lunes, 26 de noviembre de 2007

Palabra inicial

La idea era escribir un blog. La idea era hablar de música.

Hablar de música: eso es lo que quiero. No de sus aspectos técnicos, porque en este sentidos soy una neófita permanente, una analfabeta lírica. Lo que propongo, en cambio, es hacer otra lectura de la música, tratar de traducir lo intraducible: plasmar, en un acto de hybris absoluta, el fuego musical de las canciones que amo en el silencio estático de la palabra escrita.

Hay quienes dicen que en nuestra postmodernidad de algodón rosado la ética ha sido suplantada por la estética. ¿Qué mejor ética, entonces, que la estética del rock, ese género que una y otra vez se renueva a sí mismo? Lo que propongo es un espacio de libertad sólo para mí misma: quiero hablar de las bandas y los discos que quiero, en la forma que quiero, sólo cuando yo quiero. No importa que sean nuevos o viejos, clásicos u olvidados, que se ajusten más o menos a los cánones de lo prescripto. Lo que quiero, repito, es tan sólo hablar de música.

La idea es esta. Pasen y vean, señores.

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